Se suele decir que los traductores actúan como puentes entre culturas. En el artículo de hoy, esta idea preconcebida se hace realidad, ya que vamos a tratar sobre una rama de la traducción que se encarga de acercar la cultura y la historia a personas procedentes de otros ámbitos, para que así puedan conocerla mucho más a fondo. Estamos hablando de la traducción de museos o traducción museística.
Los museos son, esencialmente, lugares que recopilan la historia de un lugar y nos permiten a nosotros, el público, conocerla. En un museo puedes aprender, entre otras cosas, sobre cultura, historia y arte. El museo nos permite viajar al pasado.
Asimismo, los museos son un elemento primordial del turismo, tanto nacional como internacional. Por este motivo, surge la necesidad de traducir la cultura, historia y arte a otros idiomas, para que así tengan un mayor alcance. Sin traducción, esto sería mucho más complicado.
Seguro que has visitado un museo alguna vez y te has fijado que los textos y audios están en varios idiomas. Esto se debe a que la traducción museística es plurilingüe, y, dependiendo del país o lugar, los idiomas varían, pero el inglés, como lengua franca, siempre está presente.
Los principales encargos a los que se enfrenta el traductor museístico son textos escritos, como, por ejemplo, cartelas, paneles de sala, folletos o la página web del museo.
A continuación, vamos a definir este ámbito de la traducción, haciendo hincapié en su finalidad; vamos a hablar sobre el perfil del traductor museístico, sobre el que vamos a enumerar una serie de cualidades que debe poseer para desempeñar de forma efectiva su trabajo; y, por último, vamos a comentar varios problemas traductológicos presentes en este tipo de traducción.
Definición de traducción museística
La traducción de museos es la adaptación y transposición de elementos culturales y lingüísticos con el fin de hacer accesible el contenido de un museo o una exhibición a un público que hable un idioma distinto al original. Este ámbito de la traducción es esencial para una divulgación efectiva de la cultura, la historia y el arte a nivel global.
La traducción museística desempeña un papel crucial en la promoción de la cultura, el conocimiento y la comprensión a nivel mundial, contribuyendo a la preservación y difusión del patrimonio cultural y al fomento de la diversidad y la educación intercultural.
Perfil del traductor museístico
Para ser un buen traductor museístico, debes cumplir una serie de requisitos que te mostramos a continuación:
- Interés por las humanidades. Este tipo de traductor debe mostrar un alto grado de interés en lo que está traduciendo, debe ser una persona a la que le encante aprender y empaparse sobre cultura, historia y arte.
- Conocimientos sobre cultura, historia y arte. Relativo a las humanidades, no basta solo con que te gusten, debes poseer los conocimientos necesarios para saber lo que traduces. Por ejemplo, si traduces textos sobre obras de arte relacionadas con un periodo concreto o si traduces sobre la sociedad de un siglo específico. Como cualquier otro ámbito de la traducción, la especialización es fundamental.
- Ser conocedor de la terminología. Es necesario estar familiarizado con la terminología característica de este ámbito, aunque, hemos de reconocer, que es demasiado amplio como para poder abarcarla toda. Por eso, siempre es recomendable especializarse en una rama dentro del propio ámbito.
- Buenas habilidades comunicativas. En general, todo traductor debe ser un buen comunicador, pero en el caso del traductor museístico, esta habilidad puede ser un punto clave para atraer a más turistas y, por tanto, ayudar al crecimiento de la economía del país.
- Creatividad. Al tratarse, en primer lugar, de un ámbito humanístico, la creatividad sobresale. Y, en segundo lugar, al tratarse de textos dirigidos a un público genérico, deben ser lo suficientemente atractivos para que al lector le llamen la atención.
Problemas de la traducción museística
En este último apartado sobre la traducción museística, creemos conveniente hacer un breve repaso sobre tres problemas traductológicos bastante comunes en este ámbito.
El primero de ellos es nuestra querida amiga, la ambigüedad. Los textos museísticos incluyen frases ambiguas que, en muchas ocasiones provocan que el mensaje sea confuso y opaco. La labor del traductor consiste en detectar estas ambigüedades y, en la medida de lo posible, deshacerse de ellas.
En segundo lugar, se posicionan los culturemas. Se tratan de elementos culturales que están estrechamente vinculados a la cultura origen de la que tratan los textos museísticos, en este caso. Bajo este elemento en el contexto de la traducción museística subyace un desafío importante, ya que los museos se centran en la presentación e interpretación de elementos culturales específicos. Por lo tanto, lo que prevalece es mantener dicho culturema. Para ello se pueden emplear varias estrategias de traducción, como la transliteración o la redacción de una explicación o descripción.
En tercer lugar, queremos hablar del lenguaje positivo u optimista que predomina en los textos de esta índole. Su objetivo principal es captar la atención del turista, por lo que se emplean muchos adjetivos y sustantivos positivos. El traductor debe mantener la intención del texto original y ser lo más fiel posible.
Hasta aquí nuestra aportación sobre la traducción museística. Esperamos que hayas podido disfrutar de esta lectura y, sobre todo, aprendido un poco sobre este ámbito. Recuerda que en el CETI ofrecemos varios programas de formación destinados a crecimiento profesional. Además, contamos con una Newsletter en la que hablamos semanalmente sobre temas variados relacionados con el apasionante mundo de la traducción. No olvides echarle un vistazo a nuestra página web si te interesa crecer con nosotros: https://elceti.es/
María Díez Soria