En el fascinante mundo de la traducción audiovisual nos encontramos con un desafío singular: la traducción del lenguaje soez. El uso de expresiones vulgares, groseras o malsonantes es una realidad en muchos contextos, y su presencia en películas, series y otros contenidos audiovisuales plantea interrogantes interesantes para los profesionales de la traducción.
El lenguaje soez refleja la complejidad y la evolución de nuestra sociedad, pues está ligado a la cultura. Hace no mucho, el uso de este tipo de lenguaje no estaba demasiado aceptado por la sociedad y tendía a ser censurado. No obstante, hoy en día, el lenguaje soez no solo ha logrado una «aceptación cultural», pues es innegable que está presente en la comunicación diaria entre individuos, sino que también ha adquirido nuevos significados, como, por ejemplo, el uso de estos «insultos» como expresiones de cariño.
El formato audiovisual se posiciona como una de las fuentes más notables de lenguaje soez, que reflejan el uso real de este tipo de expresiones. ¿Te has preguntado alguna vez cómo se traduce adecuadamente el lenguaje soez en medios audiovisuales sin perder su impacto o sin caer en la censura excesiva? Es aquí donde los traductores audiovisuales se enfrentan a un dilema único. La fidelidad a la esencia del original choca con la necesidad de adaptarse a las sensibilidades culturales y lingüísticas del público meta.
En el artículo de hoy intentaremos abordar esta cuestión, hablaremos sobre aquellos aspectos más relevantes a la hora de lidiar con este lenguaje y abordaremos varias estrategias de traducción enfocadas en una traducción más neutra/censurada.
Valor del lenguaje soez en la comunicación
Podríamos decir que el lenguaje soez o malsonante es un elemento clave de la comunicación oral. Gracias a él, podemos expresar nuestros sentimientos y emociones de una forma mucho más real y expresiva. Nos sirve de refuerzo y énfasis. No obstante, se considera inapropiado en la gran mayoría de ocasiones debido al origen semántico de las expresiones, pues suelen estar relacionadas con la raza, la religión o las clases sociales. El lenguaje malsonante tiene un uso social claro, está vinculado con la sociedad, que es la encargada de dar sentido a los insultos y expresiones vulgares.
Asimismo, el lenguaje soez no es solo una serie de palabras obscenas empleadas para exteriorizar sentimientos; está intrínsecamente vinculado a la cultura origen. Lo que en un país podría ser una expresión inofensiva, en otro puede resonar con connotaciones vulgares y malsonantes. Esta variabilidad cultural añade un desafío adicional para los traductores audiovisuales, que deben no solo lidiar con las palabras, sino también con las complejidades culturales que las rodean. Además, deben poseer habilidades de comprensión profunda de las sutilezas lingüísticas y culturales para captar el significado y la esencia emocional de las expresiones vulgares.
Importancia del contexto sociocultural y la intención comunicativa
El lenguaje soez es muy amplio y, como hemos mencionado anteriormente, está ligado directamente al contexto sociocultural al que pertenezca, especialmente si hablamos de expresiones. Habrá ocasiones en las que el traductor pueda llevar a cabo una traducción literal y directa, ya que en ambas culturas (origen y meta) esa palabra significa lo mismo y tiene las mismas connotaciones, pero a la hora de traducir expresiones coloquiales relativas al lenguaje soez, el proceso de traducción se vuelve más complejo, ya que se debe buscar un equivalente funcional.
Por otro lado, la intención comunicativa detrás del lenguaje soez, ya sea utilizada para expresar enfado, afecto o simplemente para enfatizar, añade otra capa de complejidad. Los traductores deben descifrar no solo el significado literal, sino también la intención emocional detrás de las palabras, buscando equilibrar la autenticidad del original con la adaptación necesaria para llegar a una audiencia diversa y multicultural.
Cualidad fundamental del traductor audiovisual
En este contexto tan específico, la traducción audiovisual del lenguaje soez, la creatividad es una de las características más relevantes que un traductor audiovisual debe poseer, debido a la complejidad de este lenguaje y este tipo de traducción. El objetivo principal del traductor es hallar equivalencias que mantengan el impacto emocional sin recurrir a una traducción literal. Se trata de encontrar el equilibrio perfecto entre la fidelidad al original y la adaptación al contexto meta.
Desafíos técnicos de la traducción audiovisual
La traducción audiovisual también presenta desafíos técnicos, como la sincronización labial en el doblaje y la duración de los subtítulos. Estos desafíos se vuelven aún más complejos al lidiar con expresiones coloquiales o malsonantes, que a menudo son más extensas o requieren adaptaciones para ajustarse al formato y tiempo disponibles. Una vez más, se refleja el papel del traductor, cuyo objetivo es dar con una solución que se ajuste a todos los parámetros técnicos y contextuales.
Público meta
La audiencia meta desempeña un papel crucial en la toma de decisiones de traducción. Es fundamental comprender a quién se dirige la traducción y ajustar el nivel de vulgaridad en consecuencia. Lo que puede ser aceptable para un público adulto puede no ser apropiado para un público más joven.
Estrategias para una traducción más neutra
En caso de que el contexto sociocultural no nos permita emplear equivalentes que se ajusten al texto original, el traductor podrá hacer uso de las siguientes estrategias: utilizar eufemismos en vez de un lenguaje más vulgar para suavizar la realidad y minimizar el impacto en el público, utilizar metáforas para evitar comunicar un mensaje de forma explícita y, por último, omitir parte del mensaje, ya sea por restricciones técnicas de la traducción audiovisual o por censura.
La traducción audiovisual del lenguaje soez es un desafío complejo que requiere un equilibrio entre la fidelidad al original y la adaptación al público meta.
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María Díez Soria